Por Jesús León
En el mundo del emprendimiento, las historias de éxito suelen estar marcadas por la perseverancia, la creatividad y la determinación. Tal es el caso de Abigail Hernández Aquino, una mujer originaria de Oaxaca que, con tan solo $200 pesos, inicio un negocio exitoso basado en productos naturales. Su historia no solo es un ejemplo de superación personal, sino también un testimonio del poder de las raíces culturales y el conocimiento ancestral aplicado al mundo moderno.

Los inicios de una emprendedora visionaria.
Abigail Hernández Aquino creció en un entorno donde el conocimiento sobre las propiedades curativas de las plantas se transmite de generación en generación. Su abuela y su madre le enseñaron el valor de la herbolaria y la importancia de aprovechar los recursos naturales para la salud y el bienestar. Sin embargo, nunca imaginó que estas enseñanzas se convertirían en la base de su futuro negocio.

Su camino como emprendedora comenzó cuando su hija fue diagnosticada con dermatitis atópica severa en un contexto de una economía familiar precaria. Después de probar múltiples tratamientos médicos sin éxito, Abigail recordó que su cuñado le había regalado recientemente una cubeta de un remedio casero que su abuela solía utilizar: el aceite de coco. Con paciencia y dedicación, comenzó a aplicar este producto en la piel de su hija, logrando una significativa mejoría en un año que junto con el uso de un baño de hierbas que familiares y una vecina recomendaron. Fue entonces cuando surgió la idea de compartir este conocimiento con más personas y crear productos naturales para el cuidado de la piel, sumado a la necesidad de generar conjuntamente ingresos familiares.
El desafío de emprender con $200 pesos.
Como muchas emprendedoras, Abigail enfrentó conjuntamente uno de los mayores obstáculos al iniciar un negocio familiar: la falta de capital. Con apenas $200 pesos en el bolsillo, decidió comprar frascos para envasar el aceite de coco en pequeñas cantidades para vender.

Su estrategia fue simple pero efectiva, comenzando en el mercado “El Llano” establecido en ese entonces (2015) en el parque El Llano en el centro de la ciudad de Oaxaca. Posteriormente, utilizó ingredientes accesibles y aprovechó su conocimiento en herbolaria gracias a un diplomado que tomó en la Universidad de Chapingo y con el tiempo, fue ampliando su línea de productos, incorporando jabones, bálsamos, cremas y otros productos naturales para el cuidado e higiene personal. La respuesta de los clientes fue positiva, y poco a poco, el negocio comenzó a crecer.
Crecimiento y consolidación de Selvática.

Gracias al esfuerzo conjunto de la familia y colaboradores, Abigail logró convertir el pequeño emprendimiento en una marca reconocida: Selvática. Este proyecto no solo le permitió mejorar la calidad de vida de su familia, sino que también abrió oportunidades de empleo para otras mujeres en su comunidad y fuera de esta. Selvática se especializa en la elaboración de productos herbolarios, ofreciendo alternativas naturales y sostenibles para el cuidado e higiene personal, además de productos de aromaterapia y alimentos tipo gourmet.

Uno de los factores clave en el crecimiento de Selvática fue la fidelidad de sus clientes en ofrecer productos de alta calidad, libres de químicos dañinos y elaborados con ingredientes naturales. Además, aprovechó las redes sociales y el marketing digital para dar a conocer su marca y llegar a un público más amplio con un equipo de colaboradores que se integraron paulatinamente conforme crecía el negocio.
Lecciones y consejos para emprendedores:
La historia de Abigail Hernández Aquino es una fuente de inspiración para quienes desean emprender, pero sienten que no tienen los recursos suficientes. Basándonos en su experiencia, aquí hay algunos consejos clave para quienes están iniciando su propio negocio:
Comienza con lo que tienes: No es necesario contar con un gran capital para emprender. Abigail comenzó con solo $200 pesos, enfocándose en lo que podía hacer con los recursos disponibles.
Aprovecha tus conocimientos y habilidades: Si tienes un talento o conocimiento especial, úsalo a tu favor. En el caso de Abigail, su conocimiento en herbolaria fue el pilar de su negocio.
Escucha a tus clientes: La retroalimentación es clave para mejorar y adaptar tu producto a las necesidades del mercado.
Sé constante y paciente: El crecimiento no sucede de la noche a la mañana. Requiere esfuerzo, disciplina y mucha perseverancia.
Utiliza las redes sociales a tu favor: El marketing digital es una herramienta poderosa para dar a conocer tu negocio y atraer nuevos clientes.
Rodéate de personas afines: Es importante adquirir conocimientos y experiencias de personas que han emprendido o están emprendiendo cualquier tipo de negocio, te ahorrarás mucho tiempo, dinero y malas experiencias.
El legado de una emprendedora.
Hoy en día, Selvática es un ejemplo de cómo una idea bien ejecutada puede generar un impacto positivo tanto en la economía familiar propia como en aquellas que participan directa e indirectamente de este negocio. Abigail no solo logró transformar su vida, sino que también ha inspirado a muchas otras mujeres a atreverse a emprender, demostrando que, con determinación y creatividad, es posible alcanzar el éxito.

Su historia nos recuerda que no importa cuán pequeño sea el inicio, lo importante es dar el primer paso y creer en el potencial de nuestras ideas. En un mundo donde el emprendimiento sigue siendo un desafío, historias como la de Abigail Hernández Aquino nos motivan a seguir adelante, aprovechar nuestros talentos y convertir nuestros sueños en realidad.
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